Descobrir.cat incluye las Montañas de Tivissa para rutas con niños

La revista Descobrir.cat destaca como experiencia con niños la ruta de la leyenda de Sant Blai de las Montañas de Tivissa.

Las montañas de Tivissa por los caminos de Sant blai

La fuente, la ermita y la cruz de Sant Blai: son los tres objetivos de esta ruta por la Ribera de Ebro. Es una ruta corta y agradecida para descubrir las leyendas de Sant Blai mientras contemplamos el paisaje indómito de este rincón de la comarca.

Antes de hacer esta caminata no sabíamos que Sant Blai salvó la vida de un niño sacándole una espina que se le había clavado en la garganta, ni tampoco que en los alrededores de su ermita se pintó la primera marca del GR 7 , el primer sendero de gran recorrido de toda la Península Ibérica.

Para conocer estas historias y pasear por las montañas de Tivissa, nos situamos en el punto de partida de la ruta, en la parte alta del pueblo de Tivissa. Pasada la zona deportiva y ante el local de los bomberos, encontramos un camino asfaltado que hace una fuerte subida. Al final topamos con un hito con indicaciones y la primera señal rojo y blanco del GR 7.

Dejamos el asfalto de la ciudad y nos adentramos por un sendero muy bien señalizado en una zona montañosa, con arbustos de diferentes tipos, romero, tomillo y lavanda, encinas, pinos y robles. Paso a paso, pisando los diferentes tramos empedrados del antiguo camino de herradura tradicional que unía el pueblo con la ermita, nos vamos alejando del núcleo y acercando a un paraje idílico, de un verde intenso, con impresionantes rocas como la roca Verdura a tocar.

Después de encontrar una pista más ancha, llegamos hasta una agradable zona de picnic al abrigo de las rocas, atravesada por las aguas que bajan por el torrente del barranco de Sant Blai, formando una serie de canales y charcos. Un poco más arriba está la fuente de Sant Blai, donde casi siempre mana agua fresca y buena para hacer un trago o llenar la cantimplora.

La ruta sigue el GR 7 y sube por un sendero que hace atajo hasta la ermita, en vez de seguir por el camino tradicional que sube en zigzag por una pista flanqueada por cipreses. Enseguida se llega a la ermita, del siglo XIX, con un curioso reloj de sol en la fachada y situada en un lugar muy agradable, con algunas mesitas donde se puede hacer una comida al aire libre.

Después de contemplar el edificio y la placa que recuerda a los excursionistas que en 1975 se pintaron la primera marca del GR, continuamos subiendo por las escaleras y luego por un sendero que sube hasta la cruz de Sant blai. Desde este punto, la vista sobre el pueblo de Tivissa y los alrededores es espectacular.

La vuelta se puede hacer por el mismo camino o bien (si se quiere caminar un poco más) cogiendo el PR (marcas amarillas y blancas) que sale desde la fuente de Sant Blai y que sube por el cuello de Monegret y baja por el camino de la Llena.