Por si alguien aún lo duda, es obvio que el nombre de L’Hospitalet de l’Infant viene de la palabra "hospital". Concretamente, proviene del antiguo hospital que fundó en el siglo XIV el Infant Pere, en nombre de la Corona Catalano Aragonesa. Su función era la de acoger aquellos peregrinos y viandantes que superaban el Coll de Balaguer, lugar de paso obligado. Aún se conservan restos de este antiguo hospital (en el centro de L’Hospitalet de l’Infant), y la verdad es que merece la pena hacer una visita.
El patrimonio cultural de las Terres de Mestral es amplio y diverso. Si queréis conocer y viajar en el tiempo, los meses de verano se organizan visitas guiadas para que profundicéis en nuestro pasado, historias medievales, de guerra, de vida cotidiana. Descubridlas!
La iglesia Arciprestal de Sant Jaume de Tivissa es curiosa por qué sí. Se trata de un edificio majestuoso, de gran interés arquitectónico, donde se mezclan los estilos gótico, renacentista y barroco. Aquello, sin embargo, que hace el templo más especial es que en el siglo XIX, y por falta de espacio, se construyó una nueva iglesia más grande alrededor de la vieja. Así que sobre las bóvedas del viejo templo, se construyeron unas más altas, por lo que hoy en día una iglesia queda dentro de la otra, lo que es perfectamente visible por profano que se sea en cuestiones arquitectónicas.
El Centro de Interpretación de la Sierra de Llaberia y Oficina de Turismo de Pratdip da a conocer al visitante los principales lugares de interés, historia y leyendas así como los diferentes servicios de alojamiento, restauración y actividades que ofrece el territorio.
El Castellet de Banyoles de Tivissa es uno de los poblados íberos más importantes de Catalunya. Situado en un punto estratégico de control del río Ebro, en el margen izquierdo, desde donde se domina la llamada Cubeta de Móra, en este punto se estableció un poblado íbero de unas 4,4 Ha y, posteriormente, se construyó un pequeño castillo medieval.
Más allá de su interés histórico, las vistas sobre el río Ebro son francamente impagables.
Hay espacios naturales que esconden una historia que, a primera vista, puede pasarnos desapercibida. Es el caso del Coll de Balaguer que, aparentemente, es tan sólo una collada más, en este caso del término municipal de Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant. Sin embargo, esta collada ha tenido, a lo largo de la historia, una gran importancia geográfica y estratégica, al haber sido el único lugar de paso terrestre que había entre Catalunya y Valencia. De ahí que acumule historia de íberos, romanos, bandoleros, piratas y guerras de todo tipo.
Santa Marina, de Pratdip, es uno de los santuarios más célebres del sur de Catalunya. Durante siglos se organizaron romerías a las que acudían miles de personas, que en buena parte se hacían para busca pareja. La creencia popular indicaba que Santa Marina contribuía a emparejar las mujeres que estaban solteras.
Más allá de la leyenda popular, el santuario de Santa Marina, de origen medieval, es un espacio de gran belleza arquitectónica y natural. Es un paraje muy recomendable de visitar, en la carretera C-44 entre Pratdip y Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant.
Castelló es un pueblo deshabitado desde los años 50 con un gran encanto. A lo largo del año se realizan diversas actividades como la Rústic Festa o el Pessebre dels Estels, cuando el pueblo cobra vida y los visitantes pueden descubrir cómo era la vida rural en un pueblo antiguamente.
El aceite en el Mediterráneo nos habla de una manera de vivir y entender la tierra y el paisaje. Es de todo esto que nos habla el Centre d’Interpretació de l’Oli de Vandellòs, a pie de la carretera de Tivissa y Mora de Ebro (C-44). En este viejo molino, reconvertido en espacio museístico, podrá escuchar el testimonio de los molineros que trabajaban, y comprobar cómo se extraía, a la manera tradicional, este líquido precioso de las aceitunas (o aulives, según la pronunciación de la zona).