Romería a la ermita de Sant Blai
El domingo siguiente al 3 de febrero se celebra la romería a la ermita de San Blai. Antiguamente se marchaba en romería a pie por el camino de herradura, llevando la reliquia del santo.
Se realiza una misa en honor al santo, comida tradicional con caldereta de menos, sardanas y juegos y cucañas para los más pequeños. Estos días también es típico comer tortas de San Blai y también galletas con la figura del santo, llamadas blaiets.
San Blai, el sanador del dolor de garganta
El año 316, cuando lo conducían a la cárcel, una madre lo detuvo llorando porque su hijo se había clavado una espina en la garganta y no respiraba.
El prisionero era un muy buen médico, y consiguió curar el niño, pero poco después él fue martirizado y decapitado. Desde entonces, se considera el abogado y protector de estas enfermedades.
Una frase típica conocida por todos los tivissans es: San Blai glorioso, curad me la tos.
El Santo que pintaba caminos
Sin embargo, no todo el mundo sabe que San Blai bien podría ser el patrón de los senderistas y los caminos.
El 2 de marzo de 1975, en San Blai tuvo lugar un episodio que forma parte de la historia del senderismo catalán: se pintó la primera marca del GR-7, el primer sendero de gran recorrido de la Península Ibérica (Històries de Muntanya Endins)